jueves, 11 de diciembre de 2014

Las bulas de Alejandro VI y el monopolio español en América.

Retrato Alejandro VI
A causa de la concesión de bulas inter caetera, es decir, de delimitación y exclusividad de territorios, por parte del papado a los portugueses en 1456, la única ruta marítima conocida para llegar a los países de oriente que proporcionaban las especias y otros elementos de lujo quedó en manos de los portugueses, que tenían plenos derechos sobre la costa de África que habían descubierto. Esto fue, más que probablemente, el motivo que llevó a los Reyes Católicos a aceptar una empresa que se dirigía hacia el oeste y no hacia el sur, es decir, hacia el Atlántico y no hacia África, con la esperanza de dar la vuelta al mundo y alcanzar las indias por el otro lado.1

Los monarcas españoles, además, siguieron el mismo ejemplo que había dado la monarquía lusitana y se aseguraron las bulas papales que les permitieran hacerse con el territorio que iban conquistando en la tierra nueva descubierta por Colón. Pidieron dichas bulas al papa, que ya era Alejandro VI, en 1493. Sin embargo, también se vieron en la necesidad de firmar dos tratados con Portugal que permitiesen que esta expansión americana fuese pacífica2
La posesión lusa de todas las islas que se descubriesen en el Atlántico, era precisamente lo que debían intentar cambiar los Reyes Católicos para conseguir hacerse con los territorios del nuevo continente descubierto3. Para ello se sirvieron del hecho de que, hasta el momento, lo negociado incluía todo aquello que estuviera dentro de una delimitación horizontal que llegaba hasta las islas canarias, pues era el territorio que, de acuerdo a los avances técnicos del momento en que se pactó, se podía navegar e interesaba a los portugueses.
Viajes de Colón
Los portugueses, en contrapartida, reivindicaron que la ruta descubierta por Colón les correspondía a ellos de acuerdo a las bulas obtenidas con anterioridad, especialmente la que les concedió Sixto IV. Sin embargo, Alejandro VI se puso de parte de los monarcas españoles. Así, les concedió su exclusivo derecho sobre esa nueva ruta descubierta y las primicias evangélicas, es decir, sus derechos particulares como evangelizadores del nuevo mundo, en su bula inter caetera del 3 de mayo de 1493. Teóricamente, también concedió la exclusividad de todos los descubrimientos en tierra, tanto los que ya se habían hecho como los de habían de hacerse en el futuro y determinó que ese derecho fuese hereditario para los sucesores de la Corona de Castilla4.
Brazil siglo XVI
La segunda bula inter caetera concedida por Alejandro VI se fecha el 28 de Junio de 1493. Esta fue la bula que determinó el territorio que correspondía a los reyes católicos y el que correspondía a la monarquía lusa dentro del Atlántico. Así, delimitaba los derechos portugueses a todo aquel territorio que se encontrara a cien leguas hacia el suroccidente de las islas de Cabo Verde y las Azores5; y los derechos castellanos a todo aquel territorio que se encontrara hacia el suroccidente del límite que marcaba la línea imaginaria a cien leguas de las Azores siempre y cuando no hubiese sido descubierto y conquistado por otro príncipe cristiano antes del día de Navidad de 1492. Esto provocó el descontento de Portugal y dio lugar al Tratado de Tordesillas, donde las 100 leguas se extendían a 370 leguas hacia el suroeste de las Azores, permitiendo a los portugueses hacerse con el actual territorio de Brasil.
Con la bula eximiae devotionis del 2 de Julio de 1493 determinó claramente los derechos castellanos sobre el oeste del Atlántico y los portugueses sobre el este de manera perpetua, intentando mantener satisfechos a estos últimos. Sin embargo, se sirvió de la bula dudum siquidem para permitir que los monarcas castellanos pudiesen hacerse con las islas descubiertas por los Portugueses en oriente siempre y cuando navegasen hacia ellas por el occidente, es decir, a través del territorio americano. Determinó así la capacidad de la corona castellana, y de sus futuros herederos, como Carlos V y Felipe II, para disponer a su beneplácito de los territorios suroccidentales del continente americano y de las islas que pudiesen descubrir y tomar en oriente, con lo que, gracias a las bulas papales concedidas por Alejandro VI a los Reyes Católicos, pudo crearse y consolidarse el futuro Imperio Español en época de los dos monarcas previamente mencionados, herederos claros de la expansión hacia el occidente de Castilla bajo el reinado de sus antepasados católicos.
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1DIEGO FERNÁNDEZ, Rafael: Proceso jurídico del descubrimiento de América (bulas, tratados y capitulaciones), página 86
2 Los tratados y bulas se complementaban, pues las primeras eran la ratificación eclesiástica de los segundos, y estos segundos podían suponer la necesidad de crear nuevas bulas si se realizaban posteriormente a la creación de una de ellas y suponían modificaciones en lo previamente ratificado por el Papa. El primero de los tratados entre los monarcas españoles y los lusos fue el de Alcaçovas-Toledo y se llevó a cabo en el mismo momento que las bulas papales de 1456 que permitieron el monopolio luso sobre las islas y los territorios africanos descubiertos en África y sobre, en teoría, todas las islas del Atlántico a excepción de las Canarias, que serían de los reyes españoles conforme a ese tratado. 
3 Aunque en el momento no se sabía que se trataba de un nuevo continente y se consideraba sólo el descubrimiento de una nueva ruta en oriente. 
4 No así a los del reino de Aragón que, a la muerte de Fernando, si se separaban nuevamente de Aragón, quedarían sin derechos sobre el territorio americano.
5 DIEGO FERNÁNDEZ, Rafael: Proceso jurídico del descubrimiento de América (bulas, tratados y capitulaciones), página 109

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Mi principal fuente bibliográfica para esta entrada fue el siguiente artículo, mencionado en las notas:
DIEGO FERNÁNDEZ, Rafael: Proceso jurídico del descubrimiento de América (Bulas, Tratados y Capitulaciones), recogido en Anuario Mexicano de Historia del Derecho, no2, México, 1990, pp. 81-114

Martina (MissIzquierdo)

lunes, 24 de febrero de 2014

Las población bereber que entró en Al-Andalus: un breve acercamiento.

Conocido es por la historiografía actual que la conquista de Al-Andalus por parte de los musulmanes fue posible gracias a los contingentes bereberes del norte de África que entraron comandados por Tariq, quien, de acuerdo a la Historia de Al-Andalus de Ibn Al-Kadabus, era cliente de Musa Ibn Nusayr, emir de Ifriqiya, es decir, de un área que coincidiría, en parte, con las fronteras del actual túnez. Así, envió a este hombre "al frente de doce mil hombres entre árabes y bereberes".

Obra pictórica representando a Tariq. Fuente: wikipedia
Lo más probable es que de esos doce mil hombres la mayor parte de ellos fuesen bereberes. En este momento, durante la conquista de Al-Andalus, la minoría árabe se consideraba privilegiada en comparación a una mayoría bereber y esperaba de ella sumisión y obediencia. Un claro ejemplo de esta sumisión que se esperaba es el episodio que protagonizan Musa y Tariq, recogido también en la Historia de Al-Andalus de Al-Kardabus donde, a la entrada de Musa en la península, este golpea con una vara a su cliente Tariq, a pesar de que éste ha conquistado en honor a su señor y que además le había rendido pleitesía. Este episodio puede ser ficticio, pero sea cierto o no, deja clara la marcada diferencia entre un indígena bereber y un musulmán árabe.

Tras la derrota sufrida por los bereberes a manos de los musulmanes en su expansión hacia el oeste, éstos se vieron obligados a engrosar las filas del ejército musulmán, a aportar riqueza a las arcas del imperio mediante el pago de los impuestos e incluso se cree que a enviar mujeres para aumentar el harem del califa. Estos motivos fueron los que llevaron a estas poblaciones del norte de África, junto con la discriminación sufrida por parte de la población árabe, a sublevarse en la región de Túnez y el Magreb en torno al 741.

A raíz de las victorias logradas por los bereberes sublevados en estas regiones, los bereberes asentados en Al-Andalus, aquellos que habían entrado con población árabe en la península para conquistarla, decidieron sublevarse también y expulsar a todos los árabes de las poblaciones del norte de la península a excepción de los de Zaragoza, que eran numerosos por tratarse de una marca, un territorio limítrofe, donde era necesaria la presencia de altos cargos militares árabes y de miembros de la administración, también árabes.

Pese a que fueron derrotados, estos territorios del norte no llegaron a ser reconquistados o reclamados por los gobernadores de Al-Andalus. Además, los bereberes se asentaron en diferentes lugares de la península ibérica, diferenciados por tribus o grupos tribales que se incluían dentro del término bereber empleado para todas estas poblaciones tribales originarias del norte de áfrica. Curioso es el hecho de que, cuando los sirios llegaron, a pesar de haberlos vencido en batalla no se enfrentaron a ellos para hacerse con su territorio, sino que se pelearon con los linajes árabes que también estaban asentados en la península. Esto dejaba claras dos cosas: la primera es que habían logrado una mejor posición social, pues habían pasado de meras tropas auxiliares dentro del ejército musulmán, a moradores de la península ibérica; y la segunda es que se habían mostrado, una vez más, como grandes guerreros.

Estatua de Abderramán I en Almuñecar. Fuente: Wikipedia
Y en virtud de sus grandes habilidades para el combate, los bereberes fueron requeridos por numerosos gobernadores, que se aseguraban de que éstos formasen parte de sus contingentes militares. Muy llamativos fueron los casos de Yusuf al-Fihri y Abderramán I. El primero se aseguró de tener a los bereberes de su parte, sirviéndose de la fidelidad que ellos le debían a su linaje. De ahí que la mayor parte de su clientela fuera de origen bereber y que, cuando se enfrentó a Abderramán I contase con guerreros bereberes en su bando.

Pero Abderramán I no fue menos en ese sentido. Su madre era de origen bereber y se sirvió de este hecho para hacerse con ciertas amistades dentro de estos grupos tribales. A su llegada a la península no sólo envió mensajes buscando apoyos a individuos árabes, sino que también envió peticiones de amistad a líderes bereberes. Y obtuvo respuesta por parte de dos linajes bereberes, los Banu l-Jali y los Banu Ilyas. Estos dos linajes fueron recompensados cuando Abderramán se hizo con el poder, pues mantuvieron los territorios donde se asentaban, mientras el resto de poblaciones bereberes, en especial las que apoyaron a Yusuf, se vieron despojadas de sus territorios y obligadas al servicio militar. Al menos, podían asegurarse de ser mantenidos.

Sin embargo, en sus cualidades guerreras no era en lo único en lo que destacaban las poblaciones bereberes que entraron en la península ibérica junto a los árabes y otros musulmanes. Eran tribus que apenas habían sido arabizadas, con lo que a su entrada debían hablar su propia lengua bereber y seguían su propio sistema social. Del mismo modo, pese a que llegaron a ser pueblos extremistas dentro de la cultura islámica, en un comienzo su islamización no estaba tan arraigada como la de los pueblos árabes, anteriormente convertidos, de modo que se produjeron herejías y confusiones entre la población.

Comencemos por su lengua. Para ello tomaré literalmente la idea de Eduardo Manzano respecto a este tema. Y para comprender su rasgo más característico es necesario analizar el propio castellano. Encontramos que el castellano es la única lengua romance con préstamos del árabe que añade el determinativo al- al comienzo de cada palabra. Tenemos así, en castellano, palabras como alcalde, almohada, algodón, etc. Otras lenguas que tomaron préstamos del árabe no tomaron este determinativo y, al parecer, el hecho de que nosotros sí lo adoptásemos se debe a la influencia bereber y a que esta población se arabizó al mismo tiempo que la población indígena.

Algunos lingüistas consideran, tal y como refleja Manzano en su obra, que pronunciar y asimilar las palabras con el determinativo unido a ellas es un rasgo característico del lenguaje bereber que pasaron directamente al árabe, haciendo lo mismo con esta lengua aunque en ella no fuese correcto. Y la población indígena asimiló las palabras tal y como lo hicieron las poblaciones bereberes.

En cuanto a su organización social, se cree que esta pudiese ser mucho más matriarcal que la árabe. Para defender esta teoría únicamente podemos recurrir a leyendas o historias épicas, como la de Kahina, reina de una de las poblaciones bereberes del norte de África, que enfrentó a los musulmanes en su expansión hacia el oeste. En esta historia se ve claramente como es esta mujer la que toma las decisiones de su pueblo y la que ostenta el mayor cargo dentro de él, el cargo de reina. Esto es algo que sería imposible en una sociedad patriarcal como la árabe, sociedad que, con el tiempo, los bereberes imitarán dentro del proceso de arabización al que se ven sometidos.

Estatua de Kahina en Khenchela. Fuente: wikipedia
Por último, y no por ello menos importante, los bereberes fueron pueblos islamizados en un periodo mucho más tardío que los pueblos árabes. Además, su islamización fue rápida, fruto de la necesidad de incluirlos en las filas del ejército musulmán. De ahí que esta nueva ideología religiosa no estuviese demasiado bien asentada entre estas poblaciones y se produjesen movimientos heréticos entre ellas. La imposición de la religión musulmana sobre estas herejías fue una clara señal de una arabización cada vez mayor y de una islamización que se iba completando cada vez más, convirtiéndose en un elemento unificador entre las propias tribus bereberes y los bereberes y los árabes. Pese a todo, nunca hubo una relación cordial entre éstos, de modo que la fricción entre ellos fue la causa de numerosos enfrentamientos en el seno del imperio islámico.

Espero que esta pequeña aportación sobre el mundo bereber os satisfaga y os sirva de prestexto para investigar más acerca de estas poblaciones. Para ello está muy bien una obra de Eduardo Manzano Moreno titulada Conquistadores, Emires y Califas. Los Omeyas y la formación de Al-Andalus. Es, de hecho, la obra en la que me basé para hacer esta reflexión sobre los pueblos bereberes y el apartado dedicado a estas tribus del norte de África es interesante y sencillo de comprender. Recomendada queda.

Un saludo.

Miss Izquierdo

martes, 18 de febrero de 2014

Los Borgia (Serie de TV)

Tras acabar recientemente su tercera y última temporada, y dado su calidad e interés histórico, me pareció bastante interesante dejaros mi breve opinión sobre la series, con el objetivo también de reavivar también un poco este blog, y la firme auto-promesa de empezar a aumentar su número de publicaciones.


Los Borgia es una serie del canal de televisión estadounidense Shotwtime (cadena que emitido otras series de gran calidad como Dexter, Los Tudor o Homeland entre otras) emitida entre 2011 y 2013, y esta escrta, producida y dirigida por el director de cine irlándes Neil Jordan (En compañía de lobos, Entrevista con el vampiro, Desayuno en Pluton...) y que retrata la vida, luchas, entresijos y luchas por el poder de esta familia en la conflictiva Iglesia e Italia renacentista.


Antes de pasar a comentar los aspectos más históricos de las series he de señalar que la creación de Neil Jordan es un magnifico producto audiovisual, la serie no solo "engancha" sino que lo consigue con unas cotas de realismo muy altas, y sin traicionar nunca a los acontecimientos históricos, aunque obviamente también con su espacio para los aspectos y subtramas ficticias. Como ya va siendo habitual en las series realizadas por estas grandes cadenas de pago en nivel de calidad es muy alto -por suerte- alcanzando cotas cinematográficas, con un especial cuidado a la fotografía, que incluso se permite en algunas escenas guiños a grandes obras de arte y pinturas.
Los personajes, y su evolución, resultan totalmente robustos y verídicos, tarea a la que ayuda mucho el magnifico reparto de la serie. Y no lo digo solo por un Jeremy Irons en autentico estado de gracia, sino también por el resto del elenco, que no podría estar mejor escogido, donde destacaría a Francois Arnaud, que interpreta el papel de Cesar Borgia y realiza una interpretación impecable.


La trama arranca con la muerte del Papa Inocencio VIII y como Rodrigo Borgia y su familia se hacen con con el papado y el control del mismo. La serie nos muestra aquí uno de sus puntos mas fuertes: el de presentarnos como principal trama conocidos e importantes hechos históricos de una forma bastante mas verídica que los estándares habituales de otros productos históricos.


Obviamente los entresijos de la Iglesia y del Papado en esta transición del siglo XV al XVI son tratados con gran minuciosidad y sin ningún tipo de censura, algo clave, para acercarnos a uno de los momentos mas cruciales de la Iglesia Católica, en pleno realce del poder papal. Las conjuras y políticas cardenaliceas serán por tanto algo crucial, pero también cuestiones mas espirituales, que reflejan todo ese mundo humanista y trasformaciones religiosas, que daría lugar en pocos años a la reforma protestante.  Pero a mediada que la los acontecimientos se desarollan y la trama se vuelve mas compleja el marco temático se expande con él: política de alianzas de los Estados Ponticificios, la presencia en el extremo oriental del mediterráneo de los turcos, la política exterior con otras potencias como los reinos de Francia y España... pero sobretodo el complejo tapiz que formaba las relaciones de las diversas ciudades-estado italianas y sus principales familias en el rico y complejo marco de la Italia renacentista, perfectamente retratada aquí y que se convierte en principal motor argumental de la serie a partir de la segunda temporada. La trama desgrana punto a punto las distintas caras y aspectos del poder mismo (religioso, militar y político).


Sobre el resto de detalles argumentales no me referiré mas por aquí, tanto para los interesados en ver la series como por lo fácil que es acceder al conocimiento de los hechos que se narran. Solo mencionar, que frente a otras series históricas, Los Borgia, evita posicionarse entre "héroes y villanos", se manteniene en una amplia gama de grises morales, y a su vez evitar caer, con gran acierto he de señalar, en lo chabacano y en el sensacionalismo fácil que una trama así puede brindar, como pasa por ejemplo en determinados momentos en otras series como Los Tudor, con fines de ganar audiencia a pesar del reclamo del slogan de Showtime. Otro punto fuerte de la serie es el gran nivel de verismo histórico en cuanto a la recreación de ambientes y hábitos se refiere.
Estas cuestiones están en la creación de Neil Jordan cuidadas al con absoluto mimo, desde la obvia y cuidada labor de vestuario, realmente impresionante, hasta los platos y costumbres alimenticias. Los gestos, utensilios, y el resto de lo que podríamos denominar atrezzo no es que solo sean históricos, sino que nos dan la sensación de uso real.  Mención aparte requieren los decorados, que teniendo la difícil labor de recrear el renacimiento en su pleno apogeo, brindan resultado verdaderamente espectaculares y fidedignos, desde los grandes palacios y villas italianas, hasta los bajos fondos de Roma.

Todos estos elementos, unidos a la presencia constante y la alusión a al arte, literatura,cultura y sociedad de la época consiguen sumergir al espectador de pleno en una de las épocas mas cruciales de la historia de Europa.
En conclusión una serie de gran calidad y que alcanza cotas de recreación histórica que muy pocas veces vemos en los medios audiovisuales y menos en la televisión, a excepción de Roma de la HBO.


Un producto lo suficiente potente como para gustar a cualquier público que busque calidad televisiva, pero que gustará especialmente a aquellos interesados en la historia y en el Renacimiento.





sábado, 15 de febrero de 2014

Nacimiento de la moneda.

¡Primera entrada de numismática del blog! Me pareció interesante iniciar una nueva categoría de numismática con una entrada dedicada al nacimiento de la moneda. Probablemente resulte un poco complejo teniendo en cuenta que preparé la información que pondré aquí mismo para un trabajo de la facultad. Si hay dudas o cualquier cosa, lo más sencillo es preguntar. Por otro lado, puede que alguien que sepa de numismática no esté de acuerdo con lo que yo escriba aquí. Sin problemas, aceptaría una recomendación o una crítica en los comentarios. ¡Pongámonos a ello!

Nacimiento de la moneda.

Para la determinación del posible nacimiento de la moneda, son especialmente relevantes los yacimientos del Artimisión de Éfeso y el Tesoro de Asiut. Especialmente el primero, por ser aquel en el que más restos numismáticos se han encontrado.

En el yacimiento del Artemisión de Éfeso se han encontrado hasta 93 piezas. Entre estas piezas podemos encontrar, por un lado, las "gotas" - pequeñas piezas de metal con forma ovalada, casi de lenteja - que pueden considerarse como antecesoras de la moneda, aunque aún carecen de sello; y ,por otro lado, monedas como tal, es decir, trozos de metal con un peso y forma más o menos determinados que se acuñan para otorgarles garantía. Gracias a la aparición de estos dos tipos de elementos se puede ver en el propio Artemisión una clara evolución de la moneda.

De entre todos estos hallazgos podemos destacar, dentro del grupo de piezas con impronta, la aparición de: un grupo de diecinueve piezas, donde se encuentran, junto a un aboita punzonada, cinco ejemplares con una cabra en el anverso, doce ejemplares con gallos encarados y uno con la cabeza de león de frente; catorce monedas de la serie del león, donde se aprecian diferencias en la forma de las patas; dos piezas con la impronta de un caballo embridado; dos con los tipos de la ca beza del grifo y la cabeza de un halcón; una pieza que presenta en el anverso la forma de una foca; cuatro series que presentan un prótomo de ciervo, la cabeza de un humano a la izquierda, la cabeza de un toro a la derecha y un escarabeo; un afracción con un león agazapado; piezas con el tipo de un atún; y piezas figuradas con doble cuño. Además de éstas, hay algo menos de cincuenta piezas más.

Estado actual del Artemisión de Éfeso. Imagen extraída de wikipedia


De entre las piezas mencionadas algunas se han podido relacionar con poblaciones concretas. Tenemos así que la fracción del león agazapado se ha relacionado con Mileto, así como la moneda con el tipo de la foca se ha relacionado con Focea. Con esta misma población también se ha relacionado la pieza pieza que presenta el tipo del grifo, lo que vendría a presentar la posibilidad de que las ciudades dudasen a la hora de seleccionar el símbolo que iban a emplear para la acuñación.

Una pieza con el tipo de un ciervo, donde aparece una inscripción que reza “Phaneos emi sēma”, es decir, “soy el signo de Fanes”, se relaciona con la propia Éfeso, así como los ejemplares que presentan una zarpa de león, aunque estos últimos también se han relacionado con Lidia. Las piezas del tipo del atún se han relacionado con Cízico y las piezas de doble cuño con Samos.

Toda esta variedad en las emisiones griegas, en comparación a las lidias, que toman por símbolo el león de manera constante, se puede explicar tanto por intereses privados como por la existencia de un estado centralizado y fuerte lidio en comparación a la independencia y autonomía de las polis griegas. Dentro de los intereses privados podemos encontrar al propio artesano que ha creado la moneda o a personas que empleaban dichas monedas como tributo y querían dejar constancia de este hecho.

A parte del yacimiento del Artemisión de Éfeso, se ha hecho referencia previamente al tesoro de Aliut, descubierto en 1975 y que aportó nuevas pistas en lo referente a la moneda. En este yacimiento, más modesto, se puede ver claramente como el paso del lingote o metal pesado a la moneda tiene lugar en Lidia, en el siglo VI, en torno al inicio del reinado de Aliates.

Pero esta evidencia no supone que la moneda sea una invención Lidia de manera contundente, pues la moneda no es únicamente un valor material sino también un concepto social para el que es necesario una serie de reformas estructurales en la sociedad. En este sentido, los lidios no tenían la necesidad de acuñar una moneda como tal, pues el valor del metal era intrínseco en sus sociedades y no representaban las acuñaciones una medida de valor, como supondrán las monedas en el ámbito griego. De este modo, en Lidia el lingote y la moneda, se usaban de manera indistinta y la acuñación era únicamente estatal, concibiendo así un tipo que parecía una marca de propiedad. Así la moneda se creaba para atesorar y no como un elemento medidor del valor de los objetos de intercambio. Lo que sí es claro y se debe atribuir indudablemente a Lidia es la influencia que tuvo sobre Grecia en lo referente al uso de las “gotas” de metal para los intercambios.

Mapa con la localización de Lidia en el 600 a.C.  Imagen extraída de esta web

Para las ciudades Jonias, ampliamente influidas por Lidia dada la proximidad de sus fronteras, la acuñación sobre las “gotas” de metal de un emblema propio de la ciudad y no de un tipo parecido a una marca de propiedad, suponía el reconocimiento de esa moneda por parte de todos. Y aquí se encuentra la concepción de la moneda como tal, la moneda como elemento conocido y empleado por todos. Además, en poco tiempo empieza a considerarse la medida oficial de valor y un medio de compra garantizado. Y no mucho después se asociará esta acuñación de metal a un valor numérico determinado, y la riqueza se medirá en estos valores numéricos asociados a la moneda, es decir, la riqueza se medirá en monedas.

La acuñación estatal acaba, además, con las posibles prácticas de piratería o vandalismo en cuanto al intercambio de las “gotas” de metal se refiere. Cabía la posibilidad de que un individuo acuñase su propia moneda con un peso y una calidad muy inferiores a las que aseguraba. La acuñación estatal pasa a garantizar un peso y una calidad determinadas, algo imprescindible a la hora de crear el concepto de moneda y a la hora de considerarla la medida de valor oficial así coo un medio de compra garantizado, como ya se ha dicho previamente.

Pero antes de toda esta evolución hay un momento previo en el que se comercia con lingotes de metal, intercambiando éstos por otros elementos y considerándose a dichos metales como materiales muy valiosos, dada la perdurabilidad que tenían. En dichos lingotes suelen aparecer marcas, con lo que en un inicio se consideró que éstas podrían ser las antecesoras del sello o tipo de la moneda, pero lo más probable es que se hicieran sobre ellos para asegurar el peso y la calidad del metal del que estaban hechos.

En un momento determinado en torno a la primera mitad del siglo VII a.C., en la zona de Lidia los lingotes pasaron a estar tallados de acuerdo a un forma y un peso determinados. En poco tiempo su forma pasó a ser lenticular y su peso no muy elevado, de manera que se convirtieron en “gotas” de metal, mucho más aptas para el intercambio dada la facilidad de su transporte. Aparecen así las antecesoras de la moneda, que seguirán la evolución previamente expuesta hasta llegar a la moneda como tal.

Ahora bien, anteriormente se ha expuesto que se podía considerar a Lidia como una cuna de nacimiento de la moneda. Esto se debe, por un lado, a la defensa que realiza de esta teoría Jenófanes de Colofón, apoyado en cierto modo por Heródoto, y por otro lado a la presencia del río Pactolos, que cruza la región y tiene en sus aguas electo en estado natural. Teniendo en cuenta estos factores, así como que las primeras “gotas” de metal y monedas se crearon en electro, la teoría del nacimiento de la moneda en Lidia no parece una idea descabellada.

Pero Jenófanes probablemente asoció la moneda a Lidia a causa de la ostentosidad y la disponibilidad de metales de esta región y Heródoto sólo se refiere a que en ella tuvo lugar por vez primera la creación de “monedas de oro y plata”, lo que se puede considerar una mención a las monedas de electro o la afirmación de otro fenómeno distinto que sí se asocia claramente con Lidia: la creación de monedas de oro y plata separadas a partir de la división del electro en estos dos metales.

Moneda Libia de Oro. Imagen extraída de la página WildWinds
Las monedas de oro creadas de este modo, tras separar el electro, serían las “creseidas”, que sí se consideran las primeras monedas acuñadas en oro en la antigüedad y que deben su creación al rey Creso, gobernante Lidio al que se atribuye la reconstrucción del Artemisión de Éfeso en torno al año 650 a.C.

Pese a todo, la acuñación de monedas de plata no es un fenómeno lidio, sino griego. Cuando la moneda llega a la Grecia continental no se acuña sobre electro, se acuña directamente sobre plata. Este hecho se debe, principalmente, a la falta de disponibilidad de electro en la región y la existencia de varias minas de plata que podían suministrar este material a las polis griegas.

 Dicho y expuesto todo lo anterior podemos concluir que si bien la creación de “gotas” de metal y quizá su acuñación son obra de los lidios, la creación del concepto de moneda tal y como lo conocemos a día de hoy es algo puramente griego. Y tendríamos así un proceso de desarrollo a lo largo de la segunda mitad del siglo VII a.C., mediante el cual las “gotas” de metal evolucionan hasta convertirse en monedas.

 Y dicho todo esto, la cuestión del uso de la moneda en época arcaica es otro asunto, pues se han propuesto muchos usos para ella desde el siglo XIX en adelante. Desde considerarla al comienzo como una medida general de valor, intermediaria de los intercambios y medio de atesoramiento, pasando por verla como una producción estatal para la administración estatal, hasta considerarla un elemento de patriotismo y autonomía. No hay porqué descartar ninguna de estas versiones y es probable que la moneda antigua participara un poco de todas ellas.

De este modo tenemos a la moneda como un elemento de medida de valor y medio de compra. Y su atesoramiento era el que determinaba su valor como medio de compra, pues era gracias a esta consideración de la moneda como un elemento válido para el atesoramiento lo que le ofrecía un valor intrínseco como moneda – no como metal, sino en relación a su valor numérico estipulado – y le permitía servir como dicho medio de compra. Además, la acuñación de moneda sí se puede ver como una acción patriótica y de demostración de autonomía y poder por parte del estado de las polis, aunque ese no fuese su fin último, sí se podía considerar un elemento de demostración de independencia.

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Para toda duda, están los comentarios de la misma entrada o incluso un mail al correo que se indica en el blog. Además, si alguien estuviese realmente interesado podría dejarle leer mi trabajo, que trata sobre la moneda en Grecia.

Dicho todo esto, un saludo. ¡Y que la Historia os acompañe!

Miss Izquierdo